miércoles 14 de octubre de 2009

La iglesia Católica detrás de la dictadura

de El Libertador

En Honduras el Opus Dei está encabezado por el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, quién a pesar de haber sido sacramentado dentro de la congregación Salesiana, desde hace dos décadas es cooperante y miembro activo de la organización.

“Santa Coacción”

No les importa mentir, ser corruptos o corromper con tal de lograr lo que se ha establecido como la meta del grupo. Ellos creen en la “Santa Coacción”, de manera que están perdonados de extorsionar, chantajear, ocultar y falsear, con tal de lograr sus objetivos.

Artimañas

Para lograr la salvación y santidad, los miembros pueden de recurrir a cualquier acción sin importar las consecuencias. Originado a partir de la máxima: “La Obra siempre triunfa” por lo que todos los actos “de cualquier naturaleza” son parte del proceso.

Obtusos

El Cardenal Rodríguez Maradiaga y Marta Lorena Alvarado son parte de las personas que han impedido que cooperantes externos apoyen a las mujeres en temas de educación e igualdad de género en el país, para evitar que las féminas conozcan sus derechos.

Marco Burgos/ Especial para EL LIBERTADOR

Investigar y escribir sobre el Opus Dei ha sido una tarea urgente para dar a conocer quienes pertenecen a esta organización, que apoyaron el golpe de Estado y son miembros activos del gobierno golpista de Roberto Micheletti.

El Opus Dei (Obra de Dios) es una Prelatura Personal (dirigida por una persona a la que se le denomina “Prelado”) aprobada por la iglesia Católica en 1950, siendo Papa Pío XII, y reconocida oficialmente en 1982 por Juan Pablo II.

Se fundó en Madrid, España, en 1928 por su primer prelado Josemaría Escrivá de Balaguer, cuyo objetivo formal de la organización (descrito en sus documentos internos) es el de la búsqueda de la “santidad” a través del apostolado del trabajo y la caridad.

Su funcionamiento como organización religiosa está definido por la filosofía contenida en las 999 Máximas del libro “El Camino”, redactado y revisado a través de varias décadas por su fundador Escrivá de Balaguer.

Divina corrupción

Esta sociedad creció en España, después de la guerra civil, y fueron avalados por el dictador Francisco Franco, quien les confió la relación con el Vaticano y gran parte del control del sistema educativo en sus diferentes niveles (después del asesinato, exilio y expulsión del sistema educativo de muchos de los intelectuales españoles contrarios al régimen).

En Latinoamérica, se consolidó bajo la protección de Augusto Pinochet en Chile, Jorge Videla en Argentina y Alberto Fujimori en Perú. En este último país ha tenido importancia la participación del cardenal Juan Cipriani, miembro de la secta, implicado por la justicia peruana en los sucios negocios de Fujimori y su lugarteniente Vladimiro Montesinos, ambos presos.

También es considerado por sus detractores y estudiosos como una “sociedad secreta” o una “logia” con fines oscuros. Lo cierto y comprobado es que muchos miembros han estado ligados en escándalos internacionales de corrupción, tales como el del Banco Ambrosiano en Roma, operación en la que según diversas fuentes el Opus Dei obtuvo el control de las finanzas del Vaticano a cambio de pagar un “hueco financiero” de cerca de 1,200 millones de dólares, causado por corrupción y pésimas inversiones hechas desde el Banco Vaticano.

Otros actos importantes de conocer del Opus Dei es el que la organización ha sido ligada por la policía alemana y francesa con el grupo juvenil neo fascista “Joven Europa”.

Ideales retorcidos

Esta organización a fin de obtener sus oscuros propósitos, se escuda bajo algunas máximas de Escrivá: “La Obra siempre triunfa y sale airosa porque Dios así lo quiere”. Esta es una muestra de su creencia firme y ciega de que todo lo que ellos hacen (sin importar que sea), está bendecido por Dios y es la ruta a la salvación y la santidad, y sus adeptos no creen en el pecado, por lo tanto, pueden hacer lo que quieran sin cargos de conciencia.

Es tanta su obtusa concepción del mundo, de la ciencia y del género femenino, que a la mujer, el propio Escrivá las llama “como alfombras donde la gente pueda pisar” y también no es necesario que “hace falta que sean sabias: Basta con que sean discretas”. Y su sucesor, el padre Chavarría dijo: “Ellos nacen discapacitados debido a prácticas sexuales pecaminosas de los padres”. Un claro ejemplo del desprecio por la ciencia y menosprecio por las personas discapacitadas mentales y físicas.

Escrivá, en su delirio dijo una vez: “Dios se dignó en iluminarme, tuve una visión mística sobre el Opus Dei y lo que el señor quería con la obra”. Por supuesto todo lo que hace el Opus Dei es obra de iluminación divina y está destinado a la Salvación. El pensar que se está iluminado o predestinado ha sido una característica típica de sociópatas y otras enfermedades mentales.

“Santa coacción”

La oposición constante de Manuel Zelaya y parte de su equipo de trabajo a la injerencia de esta rama fundamentalista de la Iglesia Católica, hizo que este grupo se asociara con el régimen golpista, después de que Zelaya los había considerado como parte de su fórmula política. De manera que todos sus actos serán “perdonados” debido a que se alcanza la obra de Dios. No les importa mentir, ser corruptos o corromper con tal de lograr lo que se ha establecido como la meta de la organización. Ellos creen en algo que llaman la “Santa Coacción”, de manera que están perdonados de extorsionar, chantajear, ocultar y falsear, con tal de lograr lo que se han propuesto.

La intromisión del Opus Dei dentro del Gobierno de Zelaya fue algo que denunciaron algunas organizaciones de la sociedad civil cómo una muestra del debilitamiento del Estado laico en Honduras, que debe entenderse como la intromisión de la Iglesia y principalmente este grupo en la toma de decisiones del gobierno.

Un ejemplo importante para entender porqué el Opus Dei entró en choque con la política del Gobierno de Zelaya fue sin duda alguna el veto presidencial hecho por el ejecutivo al decreto legislativo que proponía la prohibición de la píldora del “día después”. Medicamento que la Organización mundial de la Salud califica de anticonceptiva (evita o previene la concepción) y que el Opus Dei califica (en una posición anti-científica) como abortiva.

Eliminar el laicismo

Por lo que se puede concluir asegurando que el Opus Dei aspira a anular “el estado laico” y crear en Honduras un Estado regido por su propia moral y fundamentalista visión del mundo.

Una visión anti-científica, fuera de la razón, alejada de la realidad y sólo parecida a los ideales formados en sus propias y atrofiadas imaginaciones perversas, y que para lograrlo tiene a su disposición los recursos económicos de muchos de las empresas privadas en las que trabajan sus principales colaboradores, tiene una estrategia definida que incluye su participación dentro de la política nacional y el apoyo del Cardenal y parte de sus seguidores y lo más importante de señalar es que están dispuesto a apoyar “todas las formas y acciones” para lograr sus oscuros objetivos.

Opusdeístas en Honduras

La influencia en el Estado hondureño ha estado encabezada por el Cardenal, Elvin Santos; Marta Lorena Alvarado de Casco (actual Vice-Canciller golpista y diputada al Congreso Nacional); la familia Villeda Bermúdez: Mauricio Villeda, Leonardo Villeda, Ramón Villeda; La Familia Villeda Toledo (Emisoras Unidas y Televicentro), Antonio Tavel Otero ( presidente de Tigo); Ricardo Álvarez (Alcalde de Tegucigalpa), Carlos López Contreras (Canciller Golpista) y su esposa Armida de López Contreras (Organizadora de la Camisas Blancas, y grupos pro-dictatoriales) entre otros.