Presidente Zelaya: Reciba de esta agrupación musical un caluroso saludo y las palabras de agradecimiento correspondientes por lo que su presencia en el país representa.
El 28 de junio alzamos nuestras voces y sonamos nuestras herramientas de trabajo musical frente al portón de la invadida casa presidencial, en aquel entonces nuestro pueblo requería de melodías esperanzadoras para lavar sus lágrimas y de cánticos confrontativos para acompañar su tan necesaria indignación, ahora, a más de 90 días en las calles ese mensaje sigue vigente, en más de 30 ocasiones hemos gritado nuestro repudio desde la altura de los escenarios, al ritmo de nuestras marchas y al calor de las calles, hemos condenado al igual que usted y el mundo entero a este golpe de estado nefasto que poco a poco le quita la vida a los nuestros y lo seguiremos haciendo hasta que se agote el último aliento de cada uno de nosotros.
Nuestra historia se encuentra en el punto de inflexión hacia una verdadera transformación social que ya comenzó y se mantiene de forma indetenible. Muchos de los personajes involucrados en este quehacer estético y conceptual llamado arte comprendieron que nuestra labor dejó de suponer un matiz de sectarismo alejado de los anfiteatros del pueblo y que nuestra creación se convirtió en la representación más grande y digna de la cotidianidad hondureña.
El trabajo del carpintero que talló nuestras guitarras es tan importante y necesario como el trabajo de quienes las hicieron sonar para componer nuestras canciones, por lo que nos hemos redefinido como trabajadores y trabajadoras del arte en vez de artistas; buscamos nuestra materia prima en cada rincón de la realidad y damos forma a las historias encontradas con la ayuda de nuestra ciencia y la técnica que nos compete.
“En nuestra nueva sociedad no tendrá precio una canción ni será escondida una tan sola palabra, tanto el hijo de la mujer indígena o la hija del campesino escucharán las bellezas que nuestra civilización ha construido”
Presidente Zelaya, como orgullosos militantes del movimiento popular hondureño y como hijos aficionados del parto socialista de América latina, brindamos nuestro mensaje de apoyo a su proceso que hoy en día es común a muchas de nuestras luchas, somos y seremos dignos críticos de las viejas estructuras empobrecedoras de este planeta y sabremos acompañarlo en cada acierto que vaya de la mano del pueblo, que ahora más que nunca está a punto de cambiar la ruta de su destino.
Nuestras flautas, percusiones, guitarras y gargantas seguirán sonando ferozmente por cada calle de este país y nuestra presencia acompañará a esta heroica resistencia en cada caminata y cada instante hasta verlo sentado nuevamente en el lugar donde Honduras lo puso, haciendo lo que nos ha prometido.
La victoria es una afirmación científica que ya la historia se encargó de demostrar, lo que queda por hacer es escribir el desenlace de la mejor forma posible.
Hermano, amanece y Morazán vigila…