domingo 03 de agosto de 2008

Políticos no metan miedos para ganar simpatías, votos y dinero

El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras (COFADEH) comparece a la Plaza La Merced con vida y esperanza, con su eterno reclamo de verdad y justicia.
Hoy venimos aquí con firmeza a señalar a los políticos liberales y nacionalistas que insisten de nuevo en imponerle a Honduras el miedo para gobernar la conciencia colectiva y justificar las peticiones de votos.
Estos pobres hombres, que viven bien creando miedos, deben regresar a los exilios diplomáticos o renunciar a la nacionalidad hondureña que han tomada prestada para instalar sus tiendas, aserraderos, bancos y todo tipo de negocios lamentables.
Miedos contra Cuba, miedos contra Chávez, miedos contra el ALBA, miedos contra maras, miedos contra Mel, miedos contra Palmerola… miedos para asegurar el lavado, el narcotráfico, la corrupción y la impunidad.
El COFADEH les dice ¡basta!
Hoy también aprovechamos esta Plaza para exigir al Congreso Nacional que entienda de una vez por todas el llamado de la Nación : no queremos minería metálica a cielo abierto ni uso de cianuro para separar metales.
La Ley de Minería debe ser, más bien, una Ley para salvar las vidas de los pueblos que han sido asesinados lentamente por los mineros violadores de los derechos humanos, inversionistas sin escrúpulos.
Pedimos, igualmente en esta Plaza, a la Secretaría de Seguridad, que recapture a la brevedad a los agentes policiales sentenciados por el asesinato de líderes ambientalistas de Olancho, fugados esta semana en circunstancias que deben ser esclarecidas.
Al Poder Ejecutivo prevenimos que la seguridad y la vida de las familias de las víctimas de dichos crímenes corre peligro con uniformados condenados gozando de libertad.
Y por último, una razón para celebrar: hoy arribamos al octavo aniversario de nuestro programa radial “Voces contra el Olvido”, un esfuerzo de comunicación que registra 400 programas de media hora sobre la vida y obra de esta organización fundada por el dolor y la esperanza hace 26 años.

Con voz fuerte diremos siempre:
de los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón.