El Movimiento Madre Tierra, el Comité Ambientalista del Valle de Siria y el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), comparecemos en rueda de prensa para fijar una posición ante los intereses económicos y políticos que otorgan concesiones mineras bochornosas, sin importarles la destrucción de los bosques, la contaminación de las fuentes de agua, los suelos y el aire. Nuestra posición se fija así:
1. Derogar en forma definitiva las concesiones mineras otorgadas para explorar y explotar en todo el territorio nacional, porque comprometen la soberanía, atentan contra la dignidad personal y ponen en grave riesgo el derecho a la vida.
2. Prohibir terminantemente la extracción minera metálica en Honduras, porque las evidencias de los viejos planteles mineros abandonados y los nuevos infiernos cavados sobre la superficie del país son suficientes para probar los impactos sobre el medio ambiente circundante y, lo que es verdaderamente intolerable, sobre las personas y las comunidades, con drenajes ácidos sobre sus fuentes de agua y cultivos, y liberación de metales pesados en cantidades cuyos efectos son letales para la vida humana.
3. No hay más tiempo que conceder, ni pruebas científicas que esperar; no hay más paciencia que sea tolerable: los testimonios de la situación horrenda en el proyecto San Martin, en el Valle de Siria; en San Andrés, Copán; en Agalteca, Cedros, con la explotación de hierro, y los desastres de los socavones abandonados de San Juancito, Valle de Ángeles, deben bastarle a la humanidad para detener semejante afrenta a la vida humana.
4. Las organizaciones firmantes condenamos la manipulación sistemática de las compañías mineras, que buscan incidir la opinión pública con sobornos mayores a políticos, contrataciones publicitarias menores a periodistas y medios, chantajes fiscales a gobiernos locales y división de liderazgos comunitarios, para imponer el silencio ante los desastres o elevar las falsas bondades de la explotación a cielo abierto.
5. Denunciamos la forma irrespetuosa de los derechos humanos y de la justicia ambiental con que se está realizando la Operación de Cierre de la Empresa Entre Mares, subsidiaria de la Gold Corp, que durante diez años ha dejado un desastre total y que pretende engañar al pueblo rellenando las excavaciones de más de 50 millones de toneladas de mineral con los mismos residuos tóxicos removidos con dinamita de alto poder expansivo y con restos de venenos utilizados en la separación de los minerales, sin indemnizar con honor y dignidad a los centenes de habitantes del Valle de Siria afectados por esa masacre ambiental cometida por casi diez años.
6. Exigimos al Congreso Nacional que se comporte con patriotismo y dignidad ante la situación que viven las comunidades afectadas, o al menos que no exhiba en niveles vulgares su lealtad y servilismo a los intereses de compañías foráneas ligadas a hombres y mujeres locales que deberían ser juzgados por traición a la Patria.
7. Exigimos la cancelación de más de 300 concesiones de exploración y explotación mineras otorgadas por el Estado de Honduras a compañías nacionales y extranjeras, y que se suprima el método de extracción a cielo abierto y el uso de cianuro para separación de los minerales.
8. Llamamos a las comunidades de Olancho, Choluteca, Minas de Oro, Comayagua, Cortes, Santa Barbara, Copán y todas aquellas ubicadas alrededor del Lago de Yojoa donde se ejecutan planes macabros por las empresas mineras, para resistir con dignidad y valentía. Ninguna cantidad de dinero debe ser mayor a la fuerza organizada para defender lo que es nuestro, de nuestros hijos y nietos.
9. A partir de este momento nos declaramos en resistencia permanente frente a los intereses económicos y políticos que vendieron el país sin consultar, que han hipotecado y regalado nuestras vidas sin meditar en la reacción de los muertos andantes, de los enfermos valientes, de las comunidades conscientes. Se acabó el tiempo de la espera, señores.
Tegucigalpa 17 de diciembre 2007
