domingo 22 de noviembre de 2009

Policía realiza masivas detenciones y torturas contra jóvenes

de defensoresenlinea.com

Escuchamos disparos cerca de la cancha donde jugábamos futbol y cuando quisimos correr aparecieron más de 10 policías que nos advirtieron “si corren les disparamos”, mientras procedieron a golpearnos con sus armas, cascos y toletes, relató un menor de edad cuando se encontraba junto a adultos en las celdas policiales de la cuarta Estación Policial, en el barrio Belén de Comayagüela, la noche del jueves 19 de noviembre.

Unos 25 jóvenes entre ellos 10 menores de edad y dos mujeres, fueron detenidos en la colonia Cerro Grande y el Barrio Lempira, sin leerles sus derechos ni señalarles el motivo de la detención.

Uno de los muchachos estaba llorando porque sentía mucho miedo de que le torturaran y manifestó que no quería estar en el lugar al ver la prepotencia policial y las miradas amenazantes de varios policías que llegaron de “sus misiones” en la calle con sus armas empuñadas, mientras hacían fila para retornar a la calle, después de capturar a más de 30 personas en una noche.

Nubia, una mujer que fue golpeada por una policía de apellido Méndez manifestó que esta agente la agarró contra ella cuando pidió permiso para pasar cuando estaba operativo policial a inmediaciones del Mercado Zonal Belén.

“Mire cómo me han golpeado y las marcas de las chachas las cuales me apretaron muy fuertemente dejándome herida”, relató mientras mostraba las evidencias.

En momentos en que personal del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH y del Frente de Abogados contra el Golpe, gestionaban la libertad de los detenidos, la policía Méndez la empren dio contra María Olimpia, una mujer que dijo haber sido detenida mientras se trasladaba con su compañero en las cercanías de un Hotel.

Nos golpearon con las pistolas y aquí en las celdas nos dieron hasta con cadenas

Los abusos policiales coinciden con la puesta en marcha de un “plan de contingencias” en el preámbulo de las unas ilegítimas elecciones que los golpistas pretenden llevar a cabo a toda costa en Honduras y el anuncio del aumento de la violencia por el oficial Danilo Orellana, quien está al mando de una sala de crisis y de la Operación Paz y democracia, implementada desde el golpe de Estado del pasado 28 de junio, contra el presidente Manuel Zelaya Rosales.

La ilegalidad estaba presente en todas partes, las celdas de la Cuarta Estación estaban atestadas de detenidos, al grado que siete adultos que fueron llevados a eso de las once de la noche fueron dejados en la entrada.

Los oficiales policiales Subinspector Castillo y Comisario Murillo Matute, manifestaron que los jóvenes eran parte de las barras Revo y Ultra de los equipos Olimpia y Motagua, pero los muchachos y sus familiares relataron que sus detenciones no tenían nada que ver porque ellos no conformaban esos grupos.

Las torturas aplicadas son algunas de las que se usaron en la década de los ochenta como “el culito de pollo”, que consiste en colocar los dedos de las manos juntos mientras los agentes golpean con toletes, es una forma muy dolorosa de infringir represión a los detenidos, una práctica que se ha ido pasando de generación en generación en los agentes de instructores capacitados en torturas en la Escuela de las Américas

“Me duele mucho la cabeza”, se quejó uno de los chicos y otro casi gritaba al decir “ ya no aguanto el dolor en mi mano”. Allí no había un médico que pudiera atender la emergencia y aunque la defensora pública Dania González solicitó por escrito que los menores fueran trasladados a una clínica de atención por los golpes que presentaban, los policías se hicieron los desentendidos y se los entregaron a sus padres sin haber atendido la exigencia.

Por las gestiones realizadas por los delegados de derechos humanos, 21 de los detenidos fueron dejados en libertad unos minutos antes de la una de la madrugada del viernes 20 de noviembre.

El Cofadeh ha anunciado el aumento de las violaciones a los derechos humanos en la medida en que se acerquen las elecciones, a pesar de ello ninguna autoridad ha tomado cartas en el asunto y ni siquiera quieren recibir el informe de violaciones a los derechos humanos que esta organización ha querido entregar en público, tal es el caso de la Fiscal Especial de los Derechos Humanos, Sandra Ponce, que se negó a hacerlo el miércoles pasado cuando la coordinadora Bertha Oliva se lo entregaba en una conferencia sobre derechos humanos que se realizaba en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.