Por: Ronnie Huete
Tegucigalpa, 19 de oct (PL) En los últimos 27 años, los diputados del Congreso Nacional de Honduras, junto a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia han cumplido su meta.
Ambos poderes del Estado siguen representando las haciendas y negocios de los usurpadores de Honduras utilizando una falsa representación del pueblo.
La diosa Temis erguida frente a las instalaciones de la Corte Suprema hace honor a la voluntad justiciera de la oligarquía, puesto que su prosperidad es fortalecida con el aparecimiento de nuevas leyes emitidas en el poder legislativo.
Trabajar bajo un contexto ilegal para obtener prebendas, concesiones y demás privilegios puede ser maquillado a través del poder judicial cuyo servicio afable hacia los burgueses detractores del país, sigue vigente.
Los hondureños ya conocen estos hechos que han transcrito la vergonzosa historia que ha situado a Honduras en el tercer país más pobre del hemisferio.
Aunque los protagonistas de estos acontecimientos, caminen gozosos en exuberantes viajes al extranjero y hablen bondades del desarrollo hondureño, el mundo ya los conoce a raíz del golpe de Estado.
Ser un Facussé, Asfura, Átala, Canahuati, Ferrari, Maduro, Faraj, Larach, Rishmagüi y otros de sus socios empresariales, ya es un sinónimo de extorsión nacional o intervención militar.
El pertenecer a este consorcio los ha hecho acreedores del repudio de los que aman la democracia y la igualdad social, bajo el marco del respeto a la dignidad humana.
Estos personeros son expertos en crear falsas estructuras diplomáticas como el dialogo que se establece en Tegucigalpa.
Pasar desapercibidos es otra de sus habilidades ya que mantienen a sus esbirros en puestos claves del régimen de facto y que hacen parte del disfraz que pretende brindar una solución pacífica al conflicto en Honduras.
Roberto Micheletti (gobernante de facto), Vilma Morales (Abogada vitalicia de la oligarquía), Arturo Corrales (aspirante a empresario), Jorge Rivera (Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Luis Rubí (Fiscal general del Ministerio Público), conforman parte de la servidumbre del sistema burgués.
Estos empleados de la oligarquía alargan una falsa conversación a la que llaman dialogo para solventar una crisis que ellos crearon.
No hay duda, sus servicios a sus amos oligarcas los cumplen a cabalidad y siguen al pie de la letra los lineamientos de sus señores.
Hoy se define el resultado de este “dialogo” pero sus resultados ya son sabidos por los usurpadores que financian el actual Estado de Sitio.
La fuerza del Frente Nacional en contra del golpe de Estado, hace frente a estas artimañas y es consciente que este intento de pacto, aleja sus exigencias de una Honduras más justa con la instalación de una Asamblea Nacional constituyente.
Esta vez la servidumbre tendrá que hacer horas extras, puesto que el pueblo no bajara su brazo hasta ver la escritura de una nueva Constitución que responda a sus derechos y necesidades.
Mientras, Carlos Flores Facusse, Rafael Ferrari y Jorge Canahuati Larach en un intento fallido por convencer a la población, seguirán publicando en sus medios de comunicación historias sobre “tajaditas” o reportajes vacios que incitan a la torpeza y lo absurdo de la vida.
El levantamiento popular evoluciona y con ello se acerca el anhelado progreso de la lucha civil prolongada.