Alex Rivera
Tegucigalpa-Honduras
Don Oscar Andrés Rodríguez, a pesar de sus declaraciones, me sigue dando placer saludarle.
Mire, muchas de las personas que conozco, aseguran que soy un hombre ateo, sin entrar a analizar el término -desde luego- pues entraríamos en otro debate que corresponde a los teólogos como Usted; lo anterior se lo menciono, porque esa es la percepción que las personas tienen de un sujeto que como yo, no se congrega a ninguna iglesia, no reza como Ustedes enseñan, no se persigna, no da ofrendas a ninguna congregación, ni lo que hago lo hago en nombre de Dios; pese a ello, crecí visitando una iglesia protestante hasta los doce años, cuando por vez primera observé que los ricachitos de mi pueblo (Santa Bárbara) se sentaban en la primera fila y, nuestra familia, encabezada por un "chofer" de buses interurbanos que fue mi padre, nos acomodábamos en la última. Me enteré de ello, porque una vez, muy inquieto fui a querer estar cerca de la niña que cantaba con una voz angelical en el coro y de la cual a mis doce años, me había enamorado; el
"pastor", me reprendió: "Siéntese allá atrás porque ya vendrá el hermano P...". A esa edad comprendí, que el Jesús del que me hablaban en la escuela dominical, era distinto al que se desprendía de las acciones de los cristianos, de los "hermanos" que cada tres veces nos encontrábamos en aquel edificio, en el cual, nunca encontré un verdadero hermano. Incoherencia, era una palabra que no estaba en mi leguaje de aquel entonces, pero la comprendía en la práctica, desde entonces, sigo admirando a Jesús, pero por mucho que lo he buscado en las iglesias, nunca lo encontré. Busqué en la calle, en este lugar encontré amigos/as mucho más solidarios, transparentes, honestos y humanos que los que conocí en aquel templo, y con ellos, comenzamos a ser cristianos sin mencionar a Jesús, sin más dogma que el estar y el ser con el otro, con los otros, vivir hacia afuera; luego leí una frase maya que me hizo comprender una visión más cercana a lo
que aquel Jesús me enseñó de niño: Yo soy tu y tú eres Yo; En la calle compartimos, disfrutamos, reímos y éramos capaces de ofrendar la vida por los amigos del grupo. El Dios mío, que en teoría es el mismo suyo don Oscar, aún nos acompaña, creo en él, aunque no creo lo que Ustedes dicen de él, sobre todo, porque no han sido capaces de hacer lo que Jesús predicaba, ya que él es el profeta según ese librito negro que Ustedes leen. Jesús se identificó con los pobres, nació en pesebre, llegó en burro, hijo de carpintero, cuestiono al Cesar, a los fariseos (Templos Blanqueados) y, perdonó a los "pecadores", a "las prostitutas" y de ellos, con su pendón transformados, se hizo acompañar. Jesús predicó, la multiplicación de los panes, el compartir, defendió la justicia y manifestó "es más posible que un camello entre por el ojo de una aguja, que un rico entre a los Reinos", eso que cuestionó, tiene las mismas características de un
capitalismo crudo, tal como el que Usted ahora defiende. Nos duele, percibir como líderes religiosos como Usted, Evelio Reyes, Misael Argeñal y muchos más, toman posturas políticas que se alejan de la búsqueda del bien común, de la justicia; nunca lo hemos visto a Usted, manifestarse en contra de la invasión homicida de los gringos a Irak durante varios años, pero, lo ha hecho de manera reiterada contra Hugo Chávez, un indio como yo, como Usted, que ahora gracias a la recuperación del petróleo de su país y el comenzar a andar un camino más humano, ha levantado la voz en nombre de los "come mierda" que nunca habíamos podido desafiar toda la injusticia del país del norte contra nuestros pueblos.
Ahora (en sus declaraciones), sus palabras denotaban, no una postura conciliatoria, ni justa, puesto que si tuviese esas características, hubiese hablado de no justificar a los golpistas, de permitir que Zelaya cumpliese su período, que consultara al pueblo para incorporar una cuarta urna en la que los pobres manifestáramos nuestros descontento con la oligarquía política y económica que nos han gobernado, hubiese tomado postura con los pobres y no con los ricos "que traicionan por un par de sandalias". Otra cosa, quiero comentarle que con el Presidente Mel, trato de ser objetivo, este ha sido un gobierno con muchos desaciertos, mal manejo de fondos de la ERP o sea no fueron invertidos en las causas estructurales de la pobreza (que Ustedes nunca denunciaron abiertamente), se habla de corrupción, show publicitario, a veces, para algunos un populismo gastado, etc. etc., pero, muchos hondureños y hondureñas, consideramos que si lo comparáramos con
Callejas, Azcona, Reina, Flores y Maduro, gobiernos avalados por Ustedes, éste se distancia significativamente porque comenzó a acercarse a una propuesta que -hasta este momento teórica- se orienta a construir bases para una mayor participación de los que no nos ganamos la vida con una corbata o una sotana, sino con nuestros arduo trabajo modesto, pero digno. Por eso los pobres siguen a Mel, porque en él han encontrado lo que les falta a Ustedes, identificación con los sectores históricamente marginados.
En esta ocasión, no defiendo únicamente a Mel, sino a esa posibilidad histórica -que se esta comenzando a construir- de que los pobres tengamos voz en la búsqueda de la dignidad, un proceso que le duele a los ricos y a los que están en función de sus intereses.
No podemos tener "pastores" como Usted, que se olvidan de los pobres y aparecen en las páginas sociales con una plástica sonrisa acompañando el Baby Showers, Graduaciones, Cumpleaños, Fiestas de la "Suciedad", ya que mientras Ustedes posan para los flashes y degustan los platillos "delicatessen", muchos paisanos y paisanas se van a la cama, sin bordo de tortilla en la "panza". ¿Por qué hablar de dialogo y reconciliación ahora que esta oligarquía ha logrado polarizar a nuestra sociedad? ¿Por qué no se manifiesta contra el cerco mediático y el monopolio de la comunicación? ¿Por qué no aboga por el campesino, maestro, sindicalista y sus laicos que son apaleados por el servil ejército de este "paisito" que ustedes creen ser dueños? ¿Por qué no se manifiesta por la negación que existe de consultar al pueblo? ¿Por qué si es coherente con su discurso de respetar la Constitución de la República, ahora permite y tolera que este grupúsculo
la violente, una vez más? ¿Cuál es su Jesús, recuerde que ese nombre se parece al de Judas, aquel que entregó al Mesías por unas monedas de plata? ¿Será que Herodes se reencarna en Ustedes, o les llama quedo al oído? Cuénteme, quiero escucharlo (leerlo), conversemos, a lo mejor, el que nunca encontró a Jesús fui yo, pero si es el mismo Jesús que Usted predica, de ahora en adelante, dejaré de buscarle, ya no me interesa.
Saludos de Romero, Angeleli, Carney, Rutilio Grande, Proaño, Ellacurìa, Silvia, Gerardi y muchos laicos y laicas que encuentro por estas serranías, hablándole a los pobres de un tal: Jesús el Galileo y, alguno de ellos, con sus muertes, nos heredaron un ejemplo de dignidad y compromiso del verdadero Jesús.
Un abrazo y un beso, no como el de Judas, sino como el de una persona que vive acá en Santa Bárbara, que siempre ha trabajado tomado de la mano de los mismos míos, los pobres. Me gustaría que nos escucháramos la voz, ojala algún día, nos miremos a los ojos. Espero no considere mi sinceridad, una falta de respeto, no puedo agachar la cabeza, ni silenciar mi voz, ante una persona que para mí, solo es un paisano más.