ayer 21 de septiembre llegó en nuestro pais el presidente legitimo del pueblo hondureño, Mel Zelaya, a sorpresa apareció en la embajada de Brasil. Miles de personas a la noticia se movieron hacia allá para recibirlo, abrazarlo, pretegerlo. En la noche campamento de miles de hondureños y hondureñas se quedaron en frente de la embajada de Brasil con fogatas y barricadas y en la madrugada de hoy...
22 de septiembre
Si en alguna parte del país, se tuvo esperanza que la parte humana de los actuales gobernantes de facto, permitiera la negociación y así la solución del conflicto político que se desato el 28 de junio pasado, fue un ingenuo.
El poder político controlado por la burguesía intermediaria nada patriota, será difícil de arrebatar, pero la posibilidad se encuentra en el accionar de las masas, solo el pueblo puede transformar la coyuntura actual.
El día de ayer, aires de victoria se sentían a nivel mundial, cuando la presencia del legítimo presidente de Honduras, anunciada por los medios alternativos. Durante varias horas la noticia fue negada por la prensa oligarca oficial, pero el grito de victoria se difundía, las movilizaciones de personas por todas partes en una sola dirección, Tegucigalpa. Los mensajitos y las llamadas informaron mejor y más rápido que TVC, HRN Y RADIOA AMERICA. ¡Ya vino Mel, resonaba! ¡Que se jodan los golpistas!
Prontamente, las caminatas, los autos rodearon la embajada de Brasil para proteger y ver, al anhelado Zelaya. La noche transcurrieron las barricadas y las consignas ¡te queremos, Mel te queremos!, ¡y los golpistas, afuera!, ¡cual es la ruta, sacar a ese hijue puta!
El ánimo, la esperanza y el valor, se mesclaron con el temor a un desalojo que desde la una de la madrugada se anunciaba.
5:00 am militares, policías, cobras, tanquetas con agua, bombas lacrimógenas y gas pimienta en todas partes, la defensa heroica popular lucho sin descanso, pero las armas de fuego empezaron a escucharse, desde varias partes el ataque se hace sentir. Minutos después las persecuciones.
Que sigue ahora? Solo el accionar de las masas nos conducirá a la victoria, nada se descarta, la lucha sigue, no desmallaremos, la hora de la revolución hondureña ha llegado.
Desacato a la autoridad ilegitima, insurrección popular, Marchas en donde se encuentre la resistencia, a rodear la capital, todos. Es el momento de salir a las calles, la economía del país esta y debe seguir paralizada, ellos no resistirán, nosotros el pueblo, seguiremos.
Quién dijo miedo? NADIE.
Por la Asamblea Constituyente Popular y Democrática, ¡hasta la victoria!
Carlos Alvarado
Café Guancasco.