domingo 06 de septiembre de 2009

El CADTM denuncia el apoyo criminal del FMI a la dictadura hondureña 5 de agosto por CADTM

http://www.cadtm.org/El-CADTM-denuncia-el-apoyo

Un golpe de Estado militar tuvo lugar en Honduras el 28 de junio de este año. El presidente constitucional Manuel Zelaya fue obligado por la fuerza a dejar el país. Tanto la Organización de Estados Americanos (OEA) como las Naciones Unidas, la Unión Europea y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenaron firmemente el golpe de Estado orquestado por los sectores reaccionarios de la sociedad: el ejército, la oligarquía, la Iglesia, el poder judicial y los medios de información dominantes.

Sin embargo, el FMI consideró al nuevo y autoproclamado presidente Roberto Micheletti un representante perfectamente válido, a pesar de las violaciones continuas de los derechos humanos y de las libertades fundamentales perpetradas en Honduras desde fines de junio. En efecto, el FMI aprobó el 28 de agosto pasado un préstamo de 150 millones de dólares para el gobierno golpista de Honduras, aportándole de este modo un apoyo financiero que le facilita la continuación en el poder. Un segundo aporte de 13,8 millones de dólares podría ser desbloqueado en las próximas semanas. |1|

El CADTM condena las actuaciones escandalosas del FMI, que una vez más no duda en apoyar a las dictaduras con todo conocimiento de causa, ya que éstas sirven a los intereses de las grandes potencias que controlan la institución. Esto se asemeja curiosamente al golpe de Estado de abril de 2002 en Venezuela, en el que se vio al patrón de patrones Pedro Carmona tomar el poder por la fuerza y recibir rápidamente el sostén del FMI. Con sus manifestaciones en la calle, el pueblo venezolano consiguió provocar la huída de Carmona y el retorno del presidente constitucional, Hugo Chávez. En Honduras como en Venezuela, el FMI no dudó en dar un apoyo oficial a unos regímenes autoritarios e ilegítimos.

En realidad, el respaldo del FMI a regímenes ilegítimos y represivos no se limita a estos dos países. En particular, el FMI brindó apoyo financiero a Augusto Pinochet en Chile, Mohamed Suharto en Indonesia, Joseph Désiré Mobuto en Zaire, Jorge Videla en Argentina, y continúa apoyando a Denis Sassou Nguesso en el Congo Brazzaville, a Idriss Déby en Chad, etc. Desde la crisis de la deuda de comienzos de los años ochenta, el FMI sostiene en forma notoria este tipo de regímenes autoritarios para imponer sus programas de ajuste estructural, con consecuencias dramáticas para los países del Sur: reducción drástica de los presupuestos sociales y de las subvenciones a los productos de primera necesidad, apertura de los mercados y aparición de la desigual competencia de las multinacionales con los pequeños productores, una producción agrícola volcada en la exportación y abandono del principio de soberanía alimentaria, privatizaciones masivas, una fiscalidad que agrava las desigualdades, etc.

El presidente Zelaya, al lanzar la propuesta de una consulta popular para abrir un proceso de Asamblea constituyente, provocó el rechazo de la oligarquía hondureña, que decidió derrocarlo por la fuerza. Con su apoyo financiero, el FMI garantiza este golpe de Estado. Así, a pesar de la condena unánime de la «comunidad internacional» y de la resistencia popular dentro de Honduras, el presidente Zelaya todavía no logró volver a entrar en su país.

Aunque haya suspendido una ayuda militar de 16,5 millones de dólares a Honduras, Estados Unidos organizó la mediación del presidente de Costa Rica Oscar Arias, promovida por la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Esta mediación trata de imponer un compromiso inaceptable, que comprende: el retorno del presidente Zelaya pero con los poderes reducidos y compartidos con los golpistas en el marco de un gobierno de «reconciliación y de unión nacional», en espera de las próximas elecciones presidenciales; una amnistía general por los delitos políticos en relación con ese golpe de Estado y la prohibición de cualquier consulta popular sobre la convocatoria de una Asamblea constituyente.

El FMI, dirigido por el socialista francés Dominique Strauss-Khan, financia una dictadura militar que pisotea las normas constitucionales y los derechos humanos fundamentales. Para el CADTM, la dictadura de Honduras debe ser denunciada y combatida, así como el FMI. Y es por eso por lo que el CADTM pide la disolución inmediata del FMI y su reemplazo por una institución radicalmente diferente, transparente y democrática, cuya misión se centre en la garantía de los derechos humanos fundamentales.

Traducido por Griselda Piñero