Dictadura hondureña arremete contra 16 presos políticos
En Honduras tras el Golpe Militar la población es perseguida, torturada y asesinada, en su defecto se le encarcela bajo el cargo de sedición por no obedecer a la tiranía encabezada por Roberto Micheletti. Los que se suman a los mas de 50 imputados politicos que han sido llevados a los tribunales, de los cuales 30 se encuentran sus expedientes abiertos en los tribunales
Entre los detenidos actualmente hay tres mujeres, dos menores de edad y un ciudadano español.
Por: Gerardo Torres
29 de septiembre, 2009
Este lunes 28 de septiembre las cortes de Tegucigalpa, capital hondureña, volvieron a ser escenarios de la infamia iniciando un proceso “legal” que a todas luces carece del más esencial espíritu de justicia o de dignidad.
A pesar de no haber sido juzgadas 16 personas acusadas de sedición permanecen bajo prisión desde el pasado martes 22 de septiembre cuando fueron capturadas en el violento desalojo que las fuerzas represivas realizaron en los alrededores de las instalaciones de la Embajada de Brasil en Honduras.
Internacionalmente se han repudiado las acciones de desalojo realizadas por las fuerzas policiales y militares el día 22 de septiembre debido al excesivo uso de la fuerza, la utilización de armas químicas, de aparatos sonoros que afectan el sistema nervioso, así como las detenciones injustificadas de personas.
El día lunes el repentino regreso del presidente constitucional de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales al país, llevó a que miles de personas se desplazaran a las instalaciones de esta Embajada que le abrió sus puertas al mandatario y que aun permanece brindándole resguardo a pesar de las repetidas agresiones realizadas por orden directa del gobierno de facto.
Atropello
Entre los detenidos se encontraban dos jóvenes: Víctor Ibraham Corea Martínez y Franklin Ariel Oliva Baquedano, ambos fueron violentamente golpeados y puestos en libertad luego de fuertes presiones de organismos de derechos humanos.
Fueron capturadas también: Gladys Azucena Lagos y María Antolina García Hernández quienes permanecen en la cárcel para mujeres ubicada en Tamara, Francisco Morazán. En el caso de Agustina Flores López quien también fue capturada ese día permanece detenida en una Posta Policial, es importante señalar que las capturadas han sufrido de fuertes agresiones físicas y emocionales.
Un dato que salta a la vista es la captura y encarcelamiento del ciudadano español Antonio Porta Álvarez quien esta recluido en la Penitenciaria Central en Tamara, Francisco Morazán.
Juicio y Prisión
El día de ayer se inicio el proceso con la primera audiencia que citó a Elmer Joel Izaguirre Martínez, Germán David Ávila y Marco Alejandro Gutiérrez Sosa a quienes se les dicto Prisión Preventiva. Para Walter Joel Rodríguez Andino se pudo lograr que saliera con libertad provisional. Los cuatro imputados permanecen en proceso.
El juicio se realizó de manera completamente parcializada siendo los mismos elementos de la policía que habían agredido a los y las presos políticos quienes fueron llamados a servir como testigos.
La fiscalía presentó una serie de pruebas sin fundamento y prefabricadas que sin mayores problemas fueron aceptadas por el juez. Los jueces pasaron por alto la completa violación de derechos que se llevó a cabo durante la captura y no se permitió que la defensa presentara sus pruebas llegando al extremo de anular los testigos que podían demostrar la inocencia de los injustamente apresados y apresadas.
Sin lugar a dudas en estos momentos se están escribiendo en gran parte las paginas más bochornosas del estado de derecho de Honduras y el poder judicial representado a través de la Corte Suprema de Justicia se ha convertido en responsable directo de esta ignominia histórica.
Se esperan dos audiencias más en la que serán llamadas las compañeras ya mencionadas y los compañeros: Mario Enrique Molina quien esta detenido en una Posta Policial y los ciudadanos Santos Reynaldo García Moncada, Joe Orlando García Moncada, Oscar Joaquín García Moncada, Víctor Adolfo Izaguirre Ramos, Milton Mateo Centeno Martínez, Carlos Humberto Ávila Pavón y Byron Osorto Orellana, quienes guardan prisión como si fueran delincuentes comunes en la Penitenciara Nacional ubicada en el municipio de Tamara, Francisco Morazán.
Honduras se ha convertido en una gigantesca prisión donde los traidores a la patria han capturado a los ciudadanos y apuntan las armas del ejercito y la policía contra la población desarmada, todo bien financiado por el sector empresarial que planea permanecer anclado en el poder sobreviviendo del trabajo ajeno de los explotados que ahora enfrentan cárcel si se atreven a exigir sus derechos.